domingo, 19 de febrero de 2017

DE LA PRISIÓN A LA DERIVA



“sino yo triste y cuitado
que vivo en esta prisión
que ni sé cuando es día
ni cuando las noches son”
Llevamos ya aquí (en el centro de detención de emigrantes)  dos meses, los días cada vez se me hacen mas largos y mas aburridos, aunque David esta aquí conmigo, el ha conocido ha una chica y ya
no tenemos esa relacción como la que teníamos al principio; no se todo a cambiado tanto, hace ya mucho de la última vez que me lo paso bien de verdad, esos momentos en los que no te puedes parar de reir hasta llegar al punto de que te duela muchísimo la tripa, ya ni los recuerdo.

En lo único que pienso es en como salir de aquí con mi madre y mi hermano tantas eran  tantas las ganas de salir, que mi madre se puso en contacto con alguien del exterior que nos iba pasando información y planos del centro para que lográsemos escapar, hasta que un día dejo de venir no sabemos porque o si es que le paso algo lo único que sabíamos es que teníamos ahora que salir nosotros solos.

Y así fue, un buen día, digamos aproximadamente a las cuatro de la mañana mi madre nos despertó corriendo con todo lo  poco que nos  quedaba recogido y metido en bolsas para salir corriendo de ese espantoso centro porque los guardias se habían quedado dormidos; intente despertar a David para que se pudiera venir con nosotros pero no le logré encontrar ya que estaba todo muy oscuro y no teníamos casi tiempo, así que dejando atrás al que había sido mi segundo hermano, llorando,ya no iba a volver a ver  ese centro con el que a partir  de ahora seguramente iba  ha aparecer mas de una vez en mis sueños.



Quién hubiera tal ventura 
sobre las aguas del mar,
como hubo mi familia
la mañana de verano 
yendo a buscar la gran mar 
para salvar quien quiero 
vio venir una patera 
que a tierra quiere llegar 
rápidos son los motores
no muy segura parece 
al destino nos llevará
se ven pocos salvavidas.
Marinero que la guía
una oferta nos propuso
mucha segu