martes, 10 de enero de 2017

EL MILAGRO DEL STANBROOK

 
 
“La Madre Gloriosa, tan ducha en acorrer
 
la que suele a sus siervos en las cuitas valer
a este condenado quísolo proteger
recordose el servicio que le solía hacer…”

 
Y cuando nos vimos todos ante el traficante; un hombre, alto, robusto, con un tono de piel morena, muy bien vestido; en concreto llevaba una camisa, unos vaqueros, unos mocasines, una americana y para completar este conjunto unas gafas muy modernas, seguramente con mucho valor, y era el, el que nos iba ha ayudar ha huir de esta terrible guerra que  tanto nos estaba afectando, no pudimos ni decir una sola palabra de la emoción que teníamos, solo nos podíamos imaginar  a nosotros mismo, ya disfrutando de nuestra nueva vida en cualquiera de uno de esos países de Oriente.

Entonces decidimos acercarnos ha hablar con el y nos dijo que  estuviéramos tranquilos que podíamos confiar en el, que todo iba a salir bien pero la verdad es que no estábamos muy seguros, ya que cuando habíamos hablado con el anteriormente nos había dicho que en cuanto llegáramos a Valencia íbamos a partir ese mismo día, pero ahora  todo habían cambiado, nos iban ha llevar a un apartamento  con el resto de refugiados; era horrible estaba todo sucio no había camas suficientes para todos, por lo tanto teníamos que dormir a veces en el suelo, solo teníamos un baño para todos y respecto la luz, solo teníamos la solar en cuanto anochecía no veíamos nada.


El primer día nos dieron en teoría comida suficiente para todos durante los 3 o 4 días que íbamos a pasar allí, pero llegó el segundo día y ya no teníamos ningún recurso y la gente se esteba empezando  a poner mala  y no teníamos ningún medicamento, intentamos ponernos en contacto con el traficante para a ver si nos podía conseguir alimentos y medicamentos pero no conseguimos dar con el; entonces mi madre y yo decidimos ir a buscarle con mucho cuidado de que no nos vieran pero desgraciadamente no le encontramos a si que decidimos pasar primero por un super mercado y luego por una farmacia para comprar al menos lo básico.


Al día siguiente ya con ninguna esperanza y sin casi dinero ya que el nos  había  cobrado a todos por adelantado aparece en la puerta con los billetes para subir al barco y nos hace bajar a todos al puerto para  partir lo antes posible .Nos colocaron a todos en línia, éramos muchísimos, bueno mejor para poneros en situación era parecido a cuando  los español huyeron  de  la guerra civil en el Stanbrook; pero lo peor de todo no fue eso fue que a la hora de  subir al barco nos separaron en menores y en adultos es decir mi madre por un lado y mi hermano y yo por otro ¡Quiero que esto acabe ya!


Agotada  estoy  ¿Dónde estas madre mía?
Hambrienta estoy  hasta una piedra me comería
Oriente espérame  con mi nueva vida
En las calles jugaría y disfrutaría

1 comentario:

  1. Haz siempre una relectura de los textos para que no se te escapen errores como la primera frase del texto, que queda incompleta: "Y cuando nos vimos todos ante el traficante;"

    Cuidado con la ortografía de la preposición "a", que la has escrito con "h" muchas veces (recuerda que "ha" es del verbo haber y casi siempre va seguida de otro verbo en participio). Por ejemplo te ha pasado en esta frase (por partida doble):

    "iba ha ayudar ha huir"

    ResponderEliminar